domingo, 4 de diciembre de 2011

Artículo: Las personas que se suicidan, ¿van al cielo?


Frecuentemente, las preguntas teológicas son preguntas personales disfrazadas.

¿Qué se puede decir cuando alguien sinceramente te pregunta, “las personas que se suicidan van al cielo? Lo que sea que hagas, no respondas simplemente con esto: “El suicidio no es el pecado imperdonable. Si pensamos que el suicidio es inmune al lavamiento de la sangre de Cristo entonces hemos malentendido el alcance de la redención”. Eso puede ser teológicamente correcto; pero es pastoralmente erróneo.

¿Qué debo decir? Podemos decir variantes de estas, pero solamente hay dos respuestas correctas a esa pregunta; “¿Por qué lo preguntas?” y "¿Parece que estás pasando un momento difícil? Por favor dime qué está pasando”.

De lo teológico a lo personal

He aquí el principio: las preguntas teológicas son comúnmente preguntas personales disfrazadas; se tratan de una carga en el corazón de una persona. Por favor no respondas con proposiciones teológicas o directrices éticas. Por el contrario, usa estas preguntas para conocer y pastorear a esa persona.
Alguien dirá:
Hmm... esto suena como un consejo prudente, pero está un poco sospechoso. Suena como una distinción potencialmente peligrosa entre teología y ministerio”. El pastorear es profundamente teológico; no estoy tratando de hacer una distinción entre estas dos cosas. Mi preocupación son las decisiones teológicas. ¿Decides responder con una proposición sobre el pecado imperdonable o la moralidad del suicidio? ¿O tu teología, que en este caso te mueve a la humildad y compasión, te lleva a hacer por lo menos una pregunta más?
Teología aplicada y personal

Como pastores [o líderes, u hombres, o cristianos] tenemos que asimilar la teología del salón de clases a nuestras vidas, para que deje de ser un grupo de proposiciones. Así estaremos listos para ofrecerla de una manera que le sirva a la persona frente a nosotros. Estas dos respuestas pastorales: “¿Por qué preguntas?” y “¿Parece como que estás pasando un momento difícil?...” reflejan una teología aplicada y personal. Rápidamente nos llevarán a lugares que están más allá de la ética del suicidio.
Tal vez nos lleven a esto: “El hermano de mi amiga acaba de cometer suicidio, y no tengo idea de qué decirle”. En esta situación, la teología pastoral obviamente nos lleva a decir: “Se nota que amas a esta amiga. Dime un poco más de lo que ella está diciendo y lo que crees que le daría ánimo”.

Mientras van hablando debes recordar que la mayoría de las personas que están cercanas a un suicidio se sienten culpables. La familia y los amigos sienten que ellos debieron haberlo sabido, que debieron haber dicho algo o haber hecho algo para prevenirlo. Así que pudieras tocar este tema y juntos considerar formas de invitar a que su amiga [cuyo hermano se suicidó] hable abiertamente sobre este tema. Si resulta ser que su amiga se siente culpable, deberían revisar su sentimiento de culpa con argumentos como: “Sabes que somos humanos y no sabemos todas las cosas. Tal vez estás diciendo que desearías haber hecho algo pero no pudiste. Te sientes indefensa más que culpable. Y sientes tanto dolor de que tu hermano haya estado sufriendo tanto”. Ofrecerías estas cosas tentativamente, permitiendo que la aconsejada te corrija si no está de acuerdo.

Muy a menudo “teología” significa “respuestas” y la mayoría de las personas no están buscando respuestas. En lugar de eso la teología nos guía a amar sabiamente, y todo el mundo está buscando eso.


Tomado de The Resurgence

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