martes, 13 de octubre de 2009

Un amigo recibido con agrado


Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:11

El considerar una prueba como algo que causa gozo es algo que requiere disciplina, ya que el gozo no es la reacción humana natural ante las aflicciones. El cristiano tiene que hacer un compromiso consciente para afrontar cada prueba con una actitud gozosa. Pablo estaba preso en Roma cuando dijo a los filipenses: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos!... he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (4:4, 11). Él había aprendido a estar contento y a regocijarse en medio de las pruebas. Eso no es algo que sucede por casualidad.

Cuando vea llegar una prueba, asuma una actitud de gozo que resulta de esperar lo que la obra perfeccionadora del Señor hará a través de la prueba. Debemos estar convencidos de que vamos a afrontar las pruebas con una actitud alegre. Es el gozo de quien considera un privilegio que se pruebe su fe porque sabe que la prueba lo acercará más al Salvador. Entonces una prueba será un amigo recibido con agrado.

Tomado de Gracia a Vosotros

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