domingo, 18 de octubre de 2009

El Vendedor

Llegó temprano en la mañana de la vida, venía bien vestido, se presentó y comenzó a ofrecer sus productos.

-Buenos Días, quiero ofrecerle estas maravillosas estatuillas que tan gratos recuerdos traen y obran maravillosamente cuando…

-No gracias, la verdad es que no las necesito

-Bueno, entonces quizás necesite de estas prendas de vestir tan formales que tengo; la verdad es que usted se ve un poco desaliñado y…

-No gracias, me gusta estar cómodo

-Bien, pero tengo libros de mucha cultura y erudición, lo hará verse superior a los demás y podrá ocupar posiciones de prestigio en instituciones como…

-Tampoco me interesa, me han dado un conocimiento muy superior

-Estoy un poco confundido, debe necesitar algo, tengo métodos para “declarar” maravillas que se cumplen, profecías del futuro, líderes con sabios consejos, ofrendas que compran prosperidad, indulgencias, vírgenes, dietas para mantenerse santo, lugares hermosos, y…

-Mire, voy a serle sincero, hace tiempo me interesaban algunas de estas cosas pero la verdad, es que ahora no las uso en absoluto, actualmente he sacado de mi casa todos estos artilugios; esto ocurrió cuando encontré esto:

“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud” Gálatas 5:1

-Siendo así, entonces no tengo cosa alguna que ofrecerle, no obstante si cambia de opinión quédese con mi tarjeta…

Al fin se fue, su tarjeta decía Ministro Fulano, Apóstol, Profeta, Gurú y Sumo Pontífice de la Verdad, Vendedor de Religiones.

La boté

Parece cuento, pero es más real de lo que piensan


Por Enrique Crespo

1 comentario:

  1. Excelente alegoría.Lamentablemente, ésta la realidad en la mayoría de las iglesias.

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