domingo, 13 de septiembre de 2009

Puede ser bueno el sufrimiento?


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones. 2 Corintios 1:3–4

A veces no nos detenemos a pensar que Dios puede convertir lo malo del sufrimiento en una lección para bien, una lección que podemos aprovechar para crecer espiritualmente. A veces el sufrimiento en forma de persecución se produce sencillamente porque no queremos comprometer nuestra fidelidad al Señor. Muchas otras veces es simplemente el dolor común, la dificultad, la enfermedad y los conflictos resultantes de la corrupción del pecado del mundo.

Sin embargo, a veces Dios trae el sufrimiento como un medio de disciplinarnos cuando caemos en pecado. Eso fue lo que les ocurrió a Ananías y Safira en la iglesia primitiva (vea Hch. 5:1–11). De igual manera, Dios castigó a algunos miembros de la iglesia de Corinto por sus pecados (1Cor. 11:29–30).

Cualquiera que sea el caso, no hay que ver el sufrimiento como malo. Puede enseñarnos bondad, solidaridad, humildad, compasión, paciencia y mansedumbre. Mucho más importante es que Dios puede usar el sufrimiento de formas excepcionales para hacer que usted se acerque más a Él.

Tomado de Gracia a Vosotros

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