Jehová es tardo para la ira y grande en poder. Nahum 1:3
El poder de Dios, uno de sus atributos principales, se muestra a menudo para nuestro bien. Nos apoya en nuestros problemas y fortalece nuestra vida espiritual. Casi al fin de su vida, Moisés le dijo al pueblo de Dios: “El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos” (Dt. 33:27).
En sus palabras de despedida a los discípulos, antes de su ascensión, Jesús prometió: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8).
Sean favorables o desfavorables nuestras circunstancias externas, estas y otras promesas divinas acerca del poder de Dios están allí para que las reclamemos.
Tomado de Gracia a Vosotros
Querido hermano Robi:
ResponderEliminarEspero que Dios lo colme de bendiciones junto a los suyos, y que este retraso sea solo temporal y no el fin del blog, pues la verdad que me ha servido de mucho.
Bendiciones,
Federico Fernández
Si!
ResponderEliminarSolo temporal. Fue para amarrarnos los cordones de los tenis para ahora correr mas rápido. Gracias por la nota de aliento y perdona el atraso.