sábado, 21 de mayo de 2011

Artículo: Liderazgo del esposo

El liderazgo NO ES:

1. Una cosa de hombres
El liderazgo es diseño de Dios. Es un reflejo de la interacción dentro de la Trinidad. Sea masculino o femenino, el liderazgo es un asunto del corazón que revela la dependencia de Dios de una persona. Tanto hombres como mujeres se encontrarán en situaciones de liderazgo en un momento u otro y deberán hacerlo de una manera bíblica y a menudo contra cultural. Sin embargo, este artículo estará centrado en como se ve el liderazgo de un marido sobre su esposa.


2. Elevación
Los hombres pueden ser tentados a creer que el liderazgo de alguna manera les coloca en una posición más elevada. No, esto no les otorga un estatus de primera clase. La igualdad de Cristo con Dios estaba asegurada en la divinidad, pero fue la disposición de entregar su vida, de acuerdo con el plan de redención de su Padre, lo que que hizo que el Padre le exaltara hasta lo sumo. El más alto llamado del hombre es liderar de una manera en que no se exalte a sí mismo, sino que refleje el ejemplo de auto-sacrificio de Cristo, de provisión humilde y de protección a su esposa.


3. Levantar la voz
Cuando el liderazgo se presenta como una opresión fuerte y dominante, tanto el hombre como la mujer pierden. Dios declaró que el hombre necesita una ayuda, una voz además de la suya para escuchar. Cuando él pretende utilizar su liderazgo para reprimir las voces que Dios ha puesto en su vida , está suprimiendo lo que Dios ha dicho que él necesita. El liderazgo del esposo debe cuidar que su boca no sea más activa que sus oídos, de manera que pueda escuchar las palabras de gracia que Dios ha provisto por medio de su esposa.


4. Orgullo
A un hombre orgulloso le será muy difícil liderar a su esposa. El hombre orgulloso no confiá su vida activamente a Dios, lo que hace casi imposible que una mujer confíe en él. El liderazgo orgulloso lleva a la mujer a la desconfianza y al temor.


5. Un llamado a ser el amo
Ser líder no significa ser el dueño del negocio. Un esposo líder es un marido que sirve. El liderazgo dice, como lo hizo Jesús: "el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". Aún en las circunstancias más difíciles, el servicio fluye del corazón de un marido que busca dar la vida por su esposa, como Cristo lo hizo por Su iglesia.


6. Limitar
Cuando el liderazgo de un hombre es tan inmenso que su esposa se pierde en el, es porque él la ha tenido a menos. El liderazgo debe ser un lugar donde la esposa pueda florecer bajo la protección y el cuidado de su marido. Un lugar donde ella sabe que su corazón va a ser escuchado, sus dones honrados y su dignidad respetada. El liderazgo de un hombre no debe limitar su esposa, sino animarla a expresar sus dones y su creatividad para la gloria de Dios y el beneficio de los demás.


7. Inconsciencia
El que un hombre sea el líder no quiere decir que esté intelectualmente dotado. Un hombre que entiende el peso que implica su liderazgo no tratará de llevarlo a cabo en base a su propio razonamiento, sino que será un discípulo diligente, que escudriña la Biblia para informarse sobre la manera en que Dios lo ha llamado a dirigir.


8. Debilitamiento
La fuerza da a luz la fuerza. Un marido cuya dirección es humilde, amorosa y abnegada no debilitará a su esposa, sino que la fortalecerá. Mientras ella vea un liderazgo amoroso y desinteresado, esto no la reducirá a la condición de una alfombra, sino que la animará a continuar confiando en el cuidado y dirección de su esposo. Un buen líder fortalecerá a sus seguidores de manera que los aliente a que voluntariamente se coloquen bajo la autoridad de otro.

9. Autonomía
El liderazgo no es auto-regulado ni auto-suficiente. Los esposos deben reconocer que ellos también están bajo una dirección más alta y deben tener su corazón postrado ante Dios. Un marido que lidera con sabiduría y con gracia siempre tendrá un corazón arrodillado en sumisión a Cristo.

10. Auto-centrada
El liderazgo que honra a Dios no tiene que preocuparse por el cuidado de sí mismo. El esposo líder no pregunta, "¿Qué hay para mí?", sino: "¿Cómo puedo servir con mi vida a Dios y a mi esposa?"



Tomado de Beggar to Beggar

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