miércoles, 15 de junio de 2011

Artículo: Las diez leyes del pecado


Primera ley: El pecado te llevará más allá de donde pensabas llegar. Decimos: "es que sólo pienso llegar hasta aquí" o "créeme que esto está bajo control". Lo que está bajo control, termina controlándote a ti. Controla tu vida, controla tu mente y no te deja descansar. Controlará tu corazón y lo que controla tu corazón, controlará también tus emociones.

Segunda ley: El pecado te alejará por más tiempo de lo que habías pensado. "Es sólo un par de días"... Y los días se convierten en semanas y las semanas en meses y en muchas ocasiones, en años. En el caso de los israelitas, por 40 años.

Tercera ley: El pecado te costará más de lo que querías pagar. Te costará tu integridad, tu reputación, tu paz. Te puede costar la esposa, los hijos, los amigos, el trabajo, el ministerio, la iglesia. Y aun, dinero.

Cuarta ley: Pecas a tu manera, pero tienes que regresar a la manera de Dios. Dios determina los términos de tu regreso; y sus caminos pueden ser largos y tortuosos, a la manera del desierto.

Quinta ley: El pecado engendra pecado. Con un pecado tendemos a cubrir otro pecado.

Sexta ley: El pecado te lleva a justificar lo que has hecho, con lo cual cometes otro pecado: el pecado de la auto-justificación.

Séptima ley: El placer del pecado es efímero, temporal, pero sus consecuencias son duraderas.

Octava ley: No hay pecado oculto que Dios no ponga de manifiesto; de hecho Jesús lo dijo exactamente de esa manera en Mateo 10:26, Marcos 4:22, Lucas 8:17 y 12:2.

Novena ley: Mi pecado comienza cuando yo quiero pero las consecuencias comienzan cuando Dios lo determine. Incluso Dios puede visitar la iniquidad de los padres hasta la tercera y cuarta generación.
Décima ley: Nadie se burla de Dios. Gálatas 6:7

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