domingo, 12 de junio de 2011

Artículo: Fue sólo un razguño


"Con tantos problemas que hay en el mundo, el problema con el que lucho no es una gran cosa".

Qué impresionante. Los hombres no lloran y este es un hombrecito. Este padre de tres, de treinta y ocho años de edad sí que es un guerrero valiente. Le hicieron algunos “rasguños” en la batalla? No hay problema. Sucede siempre. Que le dio gangrena en el brazo? No te preocupes, córtamelo para poder volver a la pelea. Un hombre debe portarse como un hombre.

Esto me recuerda al Caballero Negro de una comedia de Hollywood de un tiempo atrás. Le arrancaron un brazo y dijo: "No es más que un pequeño rasguño"; le cortaron el otro y voceaba: "Sólo fue una heridita!". Mi amigo, como el Caballero Negro, está completamente engañado.

No decidas tú las prioridades de Dios

"Con tantos problemas que hay en el mundo, el problema con el que lucho no es una gran cosa". Esta es una hermosa envoltura para una herejía. Tú no vas a encontrar apoyo a eso que estás diciendo en ningún texto de teología. Mucho menos lo encontrarás en las Escrituras.

Esto es lo que estás diciendo:
  • Dios está ocupado, por lo que tiene que establecer prioridades. Él debe clasificar el dolor de las personas. En un cáncer en Fase 4, ahí sí está El, dando consuelo y esperanza. Pero para las molestias de la vida cotidiana, El espera que nosotros mismos nos hagamos cargo.
  • Ya que siempre encontraré a alguien cuyos problemas son peores que los míos siempre habrá alguien en la fila de la oración que sea más digno que yo. Un caballero siempre cede el paso a los demás.
  • Total, yo no soy digno. Con todos los pecados que cometo, ¿por qué Dios va a escuchar mis lamentos?

Pero la verdad es es que si intentas reducir el dolor al mínimo con tu propio esfuerzo:

  • Pierdes la oportunidad de presentarte ante Jesús y clamarle: "Por favor, ayúdame. Ten piedad".
  • Obtienes otra oportunidad de construir tu propio mundo autosuficiente que gerenteas lejos del Señor.

Dos pasajes nos pueden guiar en este problema que reside en la mayoría de los corazones masculinos.

Confiá en Dios no ti mismo.
“Y no claman a mí de corazón cuando gimen en sus lechos” (Oseas 7:14). El pecado de Israel fue que ellos escondieron su dolor. Fuimos creados como seres dependientes y el llamado fundamental a la humanidad es a ser personas de fe, lo que significa que confiemos en el Señor y no en nosotros mismos. La fe pudiera ser algo tan simple como un "Jesús, ayudame". No hay nada más correcto y satisfactorio que pudiéramos hacer.

Dios quiere ayudarte con las pequeñas cosas también.
Para corroborar esta verdad, ve a los Salmos. Cada Salmo es el Señor diciendo, "Clama a mí cuando las cosas estén buenas o malas, difíciles o fáciles. Clama a mí con la menor de tus preocupaciones”. Más aún, si estamos buscando las palabras adecuadas, los Salmos son el medio de Dios para ayudarnos a poner las palabras debidas a los gemidos de nuestro corazón.

Una vez más, vemos que los caminos de Dios son contrarios a la intuición. Expresa tu dolor! Arrepiéntete de haber dicho: "Fue sólo un rasguño." Y te sorprenderás de que tu Dios y Padre se preocupa por los detalles más pequeños de tu vida.


Tomado de The Resurgence

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