sábado, 27 de junio de 2009
Una Estrella fugaz
Ayer murió una estrella que, a lo largo de varias décadas, inspiró e hizo soñar con su magia a millones de personas a lo largo del planeta. Como escribía Andrew Sullivan (via challies.com):
[Michael Jackson] era todo lo que nuestra cultura idolatra; y aún así era de forma muy evidente una persona desesperadamente infeliz, torturada, temerosa y solitaria. Lo siento por él; pero también lo siento por la cultura que lo creó y lo destruyó. Esa cultura es la nuestra, una cultura letal y brutal: con la fama y la popularidad como sus valores esenciales, con el dinero como su única motivación, sacó todo lo que pudo de este [niño prodigio], y cuando ya no pudo sacar más, lo escupió [como quien se desahace de una goma de mascar después de haberle sacado todo el jugo].”
A pesar de ello, millones de personas continuán aspirando a ser famosos… siguiendo la estela de Jackson o de cualquier otro famoso (de los de verdad o de los de pacotilla); sin caer en la cuenta que, como escribe Sullivan en su blog, al verle cambiar de raza, de edad y casi hasta de género; hemos asistido al triste “espectáculo” de un alma torturada, en busca de lo que el resto de nosotros damos por sentado: una vida normal.
Por Xavier Memba
Tomado de todopensamientocautivo.blogspot.com
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En efecto, es una pena ver cómo los medios se centran en mostrar su "época de oro", en la que más brilló como artista.
ResponderEliminarEs más importante ver cómo esa "época de oro" perdió todo su brillo y todo su valor, llegando al final de sus días en una soledad casi total.
El ejemplo a mirar debe ser el resultado de una vida sin propósito, de una vida de angustia y desesperanza y, sólo Dios sabe, de cuánto dolor.
De rey a perseguido. Como dicen los muchachos..."es duro".
Porque Rey sólo es EL, Jesús, ayer, hoy y siempre.
Me da mucha pena, espero que alguien le haya predicado, aún antes de morir.
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