domingo, 21 de junio de 2009
La norma de Dios
Seréis, pues, santos, porque yo soy santo.
Levítico 11:45
La vida cristiana pudiera resumirse en esta declaración: Ser imitadores de Dios. Jesús dijo “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mt. 5:48). El apóstol Pedro reiteró esa norma elevada cuando dijo “Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.
Cuanto más se conoce a Dios, tanto más se entiende quién Él quiere que seamos, de modo que lo primero que el creyente debe procurar es conocer a Dios (Fil. 3:10). Eso puede lograrse solo cuando estudiamos el carácter de Dios cómo se revela en las Escrituras.
Tomado de Gracia a Vosotros
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