domingo, 8 de enero de 2012

Artículo: Las navidades y las tensiones familiares


Parte 3/3

4) Madurez. Las escrituras nos muestran que si seguimos a Jesús seguiremos el camino que Él siguió, un camino que nos lleva a través de la tentación, del sufrimiento y finalmente a la gloria. A veces pensamos que estas pruebas seran eventos grandes, monumentales, pero por lo regular no lo son.
Dios va a permitir que seamos probados. Él te refinará y llevará a la plenitud de la madurez en Cristo. Probablemente Él no lo hará poniéndote a pelear con leones delante del emperador o parandote con un cartel de Juan 3:16 delante de un tanque de guerra en las calles de Beijing. Lo más probable es que lo haga a través de esas pequeñas situaciones de tentación, como amar a tu insoportable cuñado mientras explica que fueron los cubanos que mataron a John F. Kennedy, o cómo se puede ganar 100,000 dólares al año vendiendo laxantes herbales por Internet.
Muchas de las tensiones que los cristianos enfrentan en navidad tienen poco que ver con la opresión que viene de afuera, pero mucho que ver con la inmadurez interna de los cristianos mismos. He escuchado de hombres jóvenes que me explican como se han sentido tratados como niños cuando visitan su casa paterna para ver a sus familias. Sus padres o suegros le ordenan adónde ir, cuándo y por cuánto tiempo. Les critican su forma de criar a sus niños (“Ay, por favor, dejalo que vea Duro de matar. ¡No seas tan estricto!”). Algunos de estos hombres simplemente se rinden y ceden a la frustración.
En ocasiones esto pasa porque la familia es particularmente obstinada. Pero a veces los familiares tratan al joven como un niño porque así es que él actúa el resto del año. No puedes vivir dependiendo económica y emocionalmente de tus padres o de tus suegros y actuando pasivamente en las decisiones sobre el futuro de tu familia, y luego esperar que ellos te vean como la cabeza del hogar.
¡Sé un hombre! (si lo eres). Toma decisiones (incluyendo las que tienen que ver con lo que harán en navidad, dónde se quedarán y por cuánto tiempo). Enseña y disciplina a tus hijos. Tal vez no le guste a tu familia al principio, pero van a respetar que tomes las riendas y la responsabilidad de aquello que te ha sido entregado.

5) Perspectiva. Recuerda que en la resurrección darás cuenta de cada pensamiento, palabra y acción (por pequeña, insignificante y poco memorable que sea). En el juicio del Señor Jesucristo serás responsables por la forma en que viviste el evangelio en cualquier ambiente que el Espíritu te haya puesto… incluyendo la sala de tus tíos.

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