Dios lo dejó [al rey Ezequías], para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón. 2 Crónicas 32:31
Dios no necesitaba probar a Ezequías para saber lo que había en su corazón. Dios ya lo sabía por su omnisciencia. Pero Él nos prueba para que podamos averiguarlo. Nos ayuda a hacer un recuento espiritual acerca de nosotros mismos al traer pruebas a nuestra vida a fin de demostrar la fortaleza o la debilidad de nuestra fe. Si en la actualidad está pasando por una prueba y se enoja con Dios preguntándose por qué le sucede eso, esa es una buena señal de que tiene una fe débil. Si, por otra parte, está descansando y regocijándose en el Señor, habiendo puesto la prueba en sus manos, entonces tiene una fe fuerte.
Tomado de Gracia a Vosotros
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