La Ciguapa

La Ciguapa, ser mítico dominicano, que se caracteriza por tener los pies al revés, de tal forma que las personas que siguen sus huellas piensan que va en un sentido cuando realmente van en vía contraria.

Obviamente siempre pensé de esto que eran puras tonterías populares. Hasta un día… Allí, en el monte, encontré las huellas de una Ciguapa.

Mi entrenamiento como scout, me permitió ver el truco, las huellas iban en sentido contrario, la profundidad del esfuerzo en la pisada la delataba. Con mi brújula cara, buen mapa y hasta GPS, decidí seguir las huellas en sentido contrario de donde la Ciguapa quería hacerme entender que iba. Ja, ja!!! A otro perro con ese hueso!!! Hace tiempo que no fallaba una en rastreo! Así comencé a seguirle.

En el trayecto encontré mas huellas, parece que eran muchas, y por alguna razón se habían separado. Continué de cerca, ya iba imaginando el documental en National Geographic y en Discovery, el “palo” científico del siglo XXI.

De repente, el monte abrió en un claro, allí estaban!!, los vi... me vieron, corrieron donde estaba, me preparé para defenderme, pues eran muchos… muchos… seres humanos igual que yo!!!

Me saludaron con afecto, me brindaron comida y me trataron muy bien. Las huellas que seguí estaban… estaban… correctas! Era yo el equivocado!! La ciguapa era yo!!!

Pero ¿qué pasó?, ¿por qué la confusión?, tanto entrenamiento recibido, tanta inversión en equipos para este “papelazo”. Fui al “Manual del Fabricante” para encontrar alguna respuesta, allí leí lo siguiente: “Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.” (Lucas 9:49).

Vaya, vaya, hay personas que uno puede entender que van “en sentido contrario”, cuando realmente pueden ir en buena vía, Dios no tiene necesariamente mi teología, El tiene la de El.

En el cielo nos daremos cuenta de quién era realmente “La Ciguapa Teológica”

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Parece cuento, pero es más real de lo que piensas


Por Enrique Crespo