También nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza. Romanos 5:3–4
Los joyeros usan “la prueba del agua” como una de las maneras más seguras de identificar un verdadero diamante. Una piedra de imitación nunca es tan brillante como una piedra genuina, pero a veces no puede determinarse la diferencia a simple vista. Los joyeros saben que un diamante genuino puesto en el agua centellea refulgente, mientras que el brillo de la imitación es prácticamente opaco. Esa prueba hace relativamente fácil seleccionar el verdadero diamante.
A modo de analogía, encuentro que la fe de muchas personas bajo las aguas de la tristeza o la aflicción no es más que una imitación. Sin embargo, cuando un verdadero hijo de Dios está hundido en una prueba, brillará más refulgente que nunca.
Tomado de Gracia a Vosotros
Buenos días:
ResponderEliminarCada vez que veo estos tipos de versiculos, que me confrontan y al mismo tiempo me brindan esperanza de que este cuerpo mortal será revestido del caracter y a la imagen de Cristo, me pregunto:
¿Qué piensas producir con la vida que Dios te ha dado?
¿Es Cristo tu mayor y gran tesoro y por quien y para quien vives?
¿ Son tus "riquezas", la fama, el estatus, lo que estas atesorando o es insignificante o un legado ?.
¿Y qué del carácter que esta formando?
¿No es el imitar al carácter de Cristo nuestra meta verdadera en la vida? Así, aún en los momentos "peores" de la vida, si seguimos como gente de carácter e integridad ante Dios, nada nos puede robar nuetra meta más deseada, el carácter de Dios, que nos ha dado en Jesucristo.
Dios nos brinde de su gracia, para meditar y vivir estas eternas verdades reveladas en su Palabra.
Bendiciones !!
Lewis A. H.
Amén, Lewis!
ResponderEliminarPor otra parte, esta meditación me llevo a pensar que mis hermanos Joel y Angélica son un verdadero diamante que centellea gloriosamente debajo del agua de la tristeza. Que Dios los bendiga.