miércoles, 8 de febrero de 2012

Artículo: La tensión Trabajo-Familia


Una nueva revisión de un viejo estudio arroja algo de luz a un dilema clásico de los papás: Cómo hacer un balance entre la carrera y la familia?

Estoy seguro que alguna vez te has encontrado de frente con la pregunta: le invierto más tiempo al trabajo para asegurar mantener mi empleo, avanzar en mi carrera o expandir mi negocio? O, dejo lo que estoy haciendo y me voy a casa para estar con mi familia? Es una tensión que nunca acaba: Cuánto tiempo invierto y adonde?

Te alegrará saber que investigaciones recientes han determinado que el mismo reto o tensión que se produce al tratar de darle lo mejor a ambos mundos nos podría ayudar a nosotros, los hombres, en ambas áreas.

John Snarey de la Universidad Emory ha hecho un estudio singular con el que ha podido determinar el efecto de la actitud de los padres en sus hijos. El estudio se basa en entrevistas llevadas a cabo justo después de la Segunda Guerra Mundial y luego periódicamente, con los mismos hombres y sus hijos, a través de las siguientes cuatro décadas. Basándose en las entrevistas, se les asignó a los padres las siguientes categorías: padre “involucrado”, “ligeramente involucrado” y “no involucrado”.

Sobre todo, Snarey descubrió que los padres involucrados “pudieron haber postergado escribir una ponencia o haber llevado a cabo otro proyecto, pero a la larga los tales llegaron tan lejos en sus trabajos como hombres similares quienes se involucraron menos con sus hijos”. De hecho, los padres que se involucraron en dos asuntos en particular (en el desarrollo mental de sus niños y en el desarrollo social de sus adolescentes) en promedio llegaron más lejos en sus carreras que los papás que no lo hicieron.

Cuando considero este asunto de la tensión entre el tiempo en el trabajo y el tiempo en la casa, me gusta visualizar una carpa. La carpa se sostiene por tensión, una cuerda hala en una dirección hacia una estaca en el suelo y otra en dirección opuesta. Si una cuerda no tiene tensión, la carpa quedará distendida. Si una cuerda ha quedado muy apretada, también colapsa. Sin la cantidad de tensión correcta, el techo de la carpa no puede hacer su trabajo.

Ahora, gracias a John Snarey, tenemos evidencia que esa misma tensión es buena para nosotros hoy.


Tomado de All Pro Dad

1 comentario:

  1. Interesante este articulo. Dios nos ayude a estar firmes en medio de todo esto. Esto solo confirma que Dios es fiel y es su Gracia la que nos ayuda ... animo, El acabara la obra que ha comenzado en nosotros.

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