sábado, 16 de mayo de 2009

Roles (Primera parte)


por CJ Mahaney

No es difícil para nosotros imaginarnos que los pastores son personas llamadas por Dios. Está claro en La Escritura. Cuando vamos al primer versículo de Romanos y leemos que Pablo dice que el fue “llamado para ser apóstol”, no tenemos ningún problema en entenderlo.
Pero qué del resto de nosotros?
Qué de un mecánico de carros? Qué de un agente de bienes raíces o de un dueño de un pequeño negocio? Ha llamado Dios a éstos? Y qué de ti? Estás apercibido de que has sido llamado por Dios para hacer lo que haces?

Teología del trabajo

Los desacuerdos sobre la teología del trabajo han sido comunes en toda la historia de la iglesia. De hecho, la Edad Media estuvo marcada con una estricta diferencia entre el trabajo sacro y el trabajo secular. Los pastores y líderes de la iglesia eran considerados llamados y los demás, no tan llamados. Uno era santo, el otro secular.
Entonces vino la Reforma.
No solo dieron los Reformadores un paso gigantesco definiendo el trabajo “secular” como un llamamiento de Dios sino que ellos tomaron un segundo paso y ampliaron este llamado para incluir no solo el trabajo sino también la vocación.
Leland Ryken escribió en su libro Redimiendo el tiempo: “Los primeros protestantes concibieron nuestro llamado como algo mucho mas amplio que nuestro trabajo. Todos nuestros roles en la vida son llamamientos. Ser un esposo, ser un miembro de la iglesia, ser un vecino, ser un cristiano son llamamientos de Dios”
Con esto los Reformadores introdujeron un entendimiento de la soberanía de Dios que incluye todo lo referente a nuestra vida: cada vocación, cada detalle, cada momento. Hoy parece que muchos cristianos no están claros en que sus trabajos son su llamamiento. Ellos entienden que deben vivir la ética cristiana en su lugar de trabajo, bien, pero a lo que se nos llama es a algo mucho mas grande.
Ryken escribió: “Muchos cristianos entienden que deben ser cristianos en sus puestos de trabajo. Esto implica ser diligentes, ser honestos con su empleador y testificar a sus compañeros. Pero esto deja el trabajo mismo sin ser tocado por la fe. Los Protestantes originales correctamente fueron mas allá de este punto y aseguraron que el trabajo mismo es un asunto espiritual y un medio de glorificar a Dios. Debemos ser cristianos no solo en nuestro trabajo sino a través de nuestro trabajo, viendo nuestra labor como una respuesta obediente a un llamado de Dios. Esta perspectiva transformará tu actitud cuando suene tu despertador en la mañana, cuando estés en medio de un tapón en el tráfico y cuando te sientes en tu escritorio para empezar otro día de trabajo".

Determinando Roles

Pero como puedo estar seguro de mi propio llamamiento? Como puedo saber que estoy en el trabajo correcto? Habré escogido la carrera apropiada? Donde me querrá Dios en el futuro? Como determino la vocación que Dios ha escogido para mi vida?
En el libro La Espiritualidad de la Cruz, Gene Veith nos hace dos preguntas muy agudas.
Primero: Donde me ha puesto Dios?
Como conocemos nuestra vocación? Estrictamente hablando, la vocación no es algo que escogemos por nosotros mismos, sino que es algo dado por Dios que nos llama a un trabajo o a un estado particular. Dios le da a cada individuo talentos únicos, habilidades y preferencias particulares. El también pone en cada uno un conjunto único de circunstancias externas que son arregladas providencialmente por El. Como la vocación no la decidimos nosotros mismos, puede ser conocida también a través de las acciones de otros. Cuando te ofrecen un trabajo, cuando te escogen para hacer un oficio, cuando encuentras a alguien que se quiere casar contigo... todas esas son pistas que te son dadas para descubrir tu vocación.
Talvez mas adelante descubras otra vocación, pero la vocación no es para ser descubierta en el futuro sino aquí y ahora. Tampoco una persona debe usar la excusa de “no tener vocación para el matrimonio” por haberse divorciado o decir que “no tiene vocación para criar hijos” como una manera de evitar sus responsabilidades como padre. Si estás casado, esa es tu vocación; si tienes hijos, ellos son tu vocación.
Segundo: Donde estoy posicionado para servir a otros?
El propósito de la vocación de cada persona, cualquiera que sea, es servir a otros. Tiene que ver con el mandamiento de Cristo de amar al prójimo. Nuestra relación con Dios no está determinada por nuestras buenas obras. Lo que necesitamos es perdón por nuestros pecados y la obra perfecta de Jesucristo. Pero la relación con nuestro prójimo sí esta determinada por nuestras buenas obras, las cuales son solamente posibles hechas por Dios a través nuestro.
Esencialmente, tu vocación debe ser descubierta en el lugar que tu ocupas al presente. Una persona en un empleo sin futuro debe tener mas altas ambiciones pero por el momento, ese trabajo, aunque humilde es su vocación. Freir hamburgers, limpiar alcantarillas y lavar inodoros tienen su dignidad como vocación: son esferas de expresión de amor al prójimo a través de un servicio desprendido, en el que puede verse la imagen de Dios.

Puede ser que no tengamos clara nuestra vocación porque no hemos empezado con estas dos preguntas. Tómate un momento y mira tus pies. Vamos, míralos! Para la mayoría de nosotros esos pies están parados en el lugar al que Dios nos ha llamado. En el futuro Dios te puede llamar a otro lugar, pero eso ya sera en otro momento. Me temo que muchos cristianos están tan distraídos por sus pensamientos sobre el futuro que no están discerniendo con claridad a lo que Dios los ha llamado en el presente. Aunque ellos se presentan a sus trabajos o universidades cada día, no lo hacen con pasión y gozo.

Conclusión

Mientras te haces estas dos preguntas, ora a Dios por ayuda para que puedas ver con claridad Su llamado para ti. Mira para abajo y escribe lo que descubras. Mantén este papel a mano porque en la próxima publicación chequearemos esa lista y entraremos en cosas especificas.

CJ Mahaney fue pastor durante 27 anos de Covenant Life Church en Maryland, EUA y en 2004 entregó su cargo a Joshua Harris para dedicarse por completo a presidir Sovereign Grace Ministries con el propósito de plantar y dar soporte a iglesias locales. Es autor de varios libros.

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