miércoles, 13 de julio de 2011

Los creyentes aborrecen el mal


Aborreced lo malo.

Romanos 12:9


El mal es la antítesis de la santidad y por tanto la antítesis de la piedad. Así que el hijo de Dios aborrece lo malo porque Dios aborrece el mal (paráfrasis de Pr. 8:13).

Si verdaderamente usted ama a Dios aborrecerá toda forma de maldad. Como amaba tanto a Dios, David resolvió que "corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado" (Sal. 101:4). El fiel cristiano no debe comprometerse con lo malo. (1 Jn. 3:14).


Tomado de Gracia a Vosotros

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