Recibí este articulo por email esta mañana y me pareció bien compartirlo por aquí, luego de hacerle algunas adaptaciones.
La próxima vez que sientas que Dios no puede utilizarte,tan sólo recuerda que...
Noé fue un borracho.
Abraham era demasiado viejo.
Isaac era un soñador.
Jacob era un mentiroso.
José fue víctima de muchos abusos.
Moisés tenía problemas al hablar.
Gedeón tenía miedo.
Sansón tenía el cabello largo y era un mujeriego.
Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes.
David tuvo una relación ilícita y fue un asesino.
Elías tuvo pensamientos suicidas.
Jonás huyó de Dios.
Job estuvo quebrado.
Pedro negó a Jesús.
Los discípulos se durmieron mientras oraban.
Zaqueo era demasiado pequeño.
Pablo era demasiado religioso.
Timoteo tenía una úlcera.
Lázaro estuvo muerto
Y Dios no ha terminado contigo todavía. Eres un vaso que Él puede y quiere usar, si te haces disponible, tal y como cada uno de estos personajes lo estuvieron.
Adaptado de renuevodeplenitud.com
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