viernes, 31 de julio de 2009
Ser rebelde
¿Quieres vivir contra cultura? ¿Quieres ser un rebelde? Consigue un empleo.
¿Quieres ser contra cultura, totalmente alternativo, radical? Mantente virgen hasta el matrimonio... con una persona del sexo opuesto. Y luego mantente casado, cría hijos, paga impuestos y lee tu Biblia. Eso es ser un rebelde, nadie vive asi hoy en día.
Mark Driscoll
Tomado de Dioscéntrico
¿Quién es su prójimo?
Amarás a tu prójimo como a ti mismo Mateo 22:39
Jesús respondió a la pregunta del abogado judío “¿Y quién es mi prójimo?” con la parábola del buen samaritano (Lc. 10:30–37). En esa conocida historia, a un judío se lo golpea y se lo deja por muerto en el camino. Un samaritano compasivo salva al hombre, aunque por lo regular los samaritanos y los judíos se odiaban.
La moraleja de la historia es que el prójimo es cualquiera que se cruza en nuestro camino con una necesidad. ¿Habría reaccionado usted como reaccionó el samaritano si se hubiera encontrado al hombre herido a la orilla del camino? Espero que usted no habría pasado de largo, como hicieron el sacerdote y el levita de la historia.
La lección de la parábola no es que usted se detenga y ayude a alguien a quien se le haya desinflado un neumático, o que tenga que darle dinero a todos los mendigos que se encuentre. Pero Dios quiere que sea sensible ante semejantes situaciones y esté dispuesto a ayudar si piensa que su ayuda es la única que la persona pueda recibir. En otras palabras, siga la regla de or “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mt. 7:12).
Tomado de Gracia a Vosotros
jueves, 30 de julio de 2009
Vencer con el bien el mal
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. (Romanos 12:21)
Devolver bien por mal es una de las obligaciones más difíciles de un cristiano. Pero desde la época del Antiguo Testamento, esa ha sido la orden de Dios para el creyente: “Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber agua; Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, y Jehová te lo pagará” (Pr. 25:21-22).
La expresión “ascuas amontonarás sobre su cabeza” se refería a una antigua costumbre egipcia. Una persona que quería mostrar arrepentimiento público llevaba sobre la cabeza una sartén de carbones encendidos para simbolizar el ardiente dolor de su vergüenza y de su culpa. Cuando usted ama a un enemigo tanto como para esforzarse por satisfacer sus necesidades, espera avergonzarlo por el odio que le tiene a usted.
A fin de evitar ser vencido por el mal que se le ha hecho, en primer lugar no debe dejar que lo agobie. En segundo lugar, no debe permitir que lo opriman sus propias reacciones indebidas. En ambos casos, el mal mismo debe ser vencido por el bien.
Tomado de Gracia a Vosotros
miércoles, 29 de julio de 2009
Relaciones apacibles
Estad en paz con todos los hombres. (Romanos 12:18)
Por definición, una relación apacible no puede tener un solo lado. Usted debe hacer su parte para cerciorarse de que su lado de una relación es correcta. Su deseo interior, con la ayuda de Dios, debe estar en paz con todo el mundo, aun con las personas más pecadoras y con quienes es más difícil llevarse bien.
Sin comprometer la Palabra de Dios, usted debe extenderse hasta edificar puentes de paz hacia quienes lo persiguen y lo odian. Si usted pone a un lado toda murmuración o cualquier amargura y con sinceridad de corazón perdona a sus enemigos, puede buscar sinceramente la reconciliación con ellos.
Tomado de Gracia a Vosotros
martes, 28 de julio de 2009
Procure lo que es bueno
Procurad lo bueno delante de todos los hombres. Romanos 12:17
Si verdaderamente respeta a los demás, incluso a sus enemigos, estará predispuesto a hacer lo bueno con relación a ellos. Tal respeto lo ayuda a disciplinarse y prepararse antes de reaccionar en todas las situaciones de una manera agradable a Dios.
Comportarse de una manera que procura lo que es bueno y que muestra misericordia y perdón a los demás, incluso hacia sus enemigos, debe ser un testimonio positivo para ellos. Eso también adornará en todo “la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tit. 2:10).
Tomado de Gracia a Vosotros
lunes, 27 de julio de 2009
Nada de venganza
No paguéis a nadie mal por mal. (Romanos 12:17)
Algunos creen que la ley del Antiguo Testamento de “ojo por ojo, diente por diente” (Éxo. 21:24) permite la venganza personal. Pero no se refiere a eso. En realidad quería decir que la severidad del castigo jurídico no debe exceder a la severidad de un delito. En otras palabras, si alguien le saca un ojo a otra persona, no se le puede castigar más allá de la pérdida de su propio ojo.
La autoridad para vengar injusticias civiles y criminales corresponde por mandato divino solamente a los gobiernos. Dios prohíbe que exijamos venganza personal. El apóstol Pedro resumió el principio de esta manera: “Finalmente, sed todos de un mismo sentir… no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición” (1 Ped. 3:8-9).
Tomado de Gracia a Vosotros
domingo, 26 de julio de 2009
Debe regir la humildad
No seáis sabios en vuestra propia opinión. (Romanos 12:16)
Los cristianos presumidos y egoístas son una seria contradicción. Si hemos de seguir a Cristo debemos someternos a la voluntad de Dios como se presenta en su Palabra. Cualquier confianza que usted tenga en sí mismo, en su propia sabiduría o en sus talentos naturales debe subordinarse a los mandatos del Señor.
De ninguna manera debe ser presumido, ni en ningún sentido considerarse mejor que los demás creyentes. Más bien Dios quiere que usted acepte y abrace a cada miembro del cuerpo de Cristo: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil. 2:4).
Tomado de Gracia a Vosotros
sábado, 25 de julio de 2009
Sentir afecto por los humildes
No altivos, sino asociándoos con los humildes. (Romanos 12:16)
No hay aristocracia alguna en la iglesia, ni lugar para una clase eclesiástica que merece toda la atención. Pero la Biblia no dice que usted nunca se asocie con los ricos ni con las personas influyentes. Es sencillamente que debe sentir más que una obligación el servir a los humildes porque son los más necesitados.
El Señor Jesús ilustró debidamente esa verdad: “Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos” (Lc. 14:12-14).
No es nada malo que invite a sus amigos y familiares a que coman en su casa. Pero es malo hacerlo con motivos egoístas, con el propósito de ser recompensado, y sin consideración alguna por los que no pueden darle nada a cambio.
Tomado de Gracia a Vosotros
viernes, 24 de julio de 2009
No se permite el favoritismo
Porque no hay acepción de personas para con Dios. Romanos 2:11
Es pecado que un cristiano muestre favoritismo con las personas. Es decir, no debe estar prejuiciado ni a favor ni en contra de otra persona basándose en posición social, riqueza, influencia, popularidad o apariencia física.
La más clara y más práctica enseñanza neotestamentaria acerca de la imparcialidad está en la carta de Santiago a los creyentes:
Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida… ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? …pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores (2:1–4, 9).
Si Dios nunca obra con favoritismo, ¿no debiera procurar usted el mismo carácter virtuoso, “no haciendo nada con parcialidad” (1 Ti. 5:21)?
Tomado de Gracia a Vosotros
jueves, 23 de julio de 2009
Compartir la tristeza de los demás
Llorad con los que lloran. (Romanos 12:15)
Dios quiere que sea sensible ante las tristezas o dificultades de los demás. Eso es compasión, que por definición va más allá del deber de solidarizarse o simpatizar con alguien. Quiere decir en realidad entrar en el sufrimiento ajeno.
Dios es un Dios compasivo (Dt. 4:31), tanto que la Biblia dice que “nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana” (Lm. 3:22-23). El Hijo de Dios era genuinamente compasivo, mostrando la compasión del Padre cuando lloró con María y Marta ante el sepulcro de su hermano Lázaro (Jn. 11:35).
Si usted es hijo de Dios, ¿cómo puede menos que demostrar el carácter compasivo de su Señor? “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Col. 3:12).
Tomado de Gracia a Vosotros
miércoles, 22 de julio de 2009
Compartir el gozo de los demás
Gozaos con los que se gozan. (Romanos 12:15)
A primera vista, el concepto de compartir el gozo de otra persona parece fácil de aceptar. Pero cuando las bendiciones, la honra y el bienestar de esa persona es a costa de usted o tal vez hagan aparecer insatisfactorias las circunstancias suyas por comparación, es lógico que se sienta resentido o celoso en vez de sentirse feliz.
Sin embargo, es una característica cristiana que usted se alegre de las buenas circunstancias o de las recompensas de los demás, sobre todo de otros cristianos, sin que importe cuál sea su propia situación. “Si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan” (1 Corintios 12:26).
Tomado de Gracia a Vosotros
martes, 21 de julio de 2009
Ame a sus enemigos
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. (Romanos 12:14)
La Biblia nos ordena no solo a que no aborrezcamos ni nos venguemos de quienes puedan perjudicarnos, sino que nos dice que debemos ir más allá y bendecirlos. Eso es lo que les dijo Jesús a quienes oyeron su Sermón del Monte: “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” (Lc. 6:27–28).
Para amar verdaderamente a sus enemigos, debe tratarlos como si fueran sus amigos.
Tomado de Gracia a Vosotros
domingo, 19 de julio de 2009
El espíritu de compartir
Compartiendo para las necesidades de los santos. (Romanos 12:13)
La sociedad dice que cada uno de nosotros tiene determinadas posesiones, pero Dios dice que no tenemos nada. Somos sencillamente administradores de aquello con lo que Dios nos ha bendecido. Y parte de esa responsabilidad administrativa es a veces compartir los recursos personales con los hermanos necesitados.
El espíritu de compartir se vio de inmediato en la iglesia primitiva cuando los creyentes después de Pentecostés “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones... [y] todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” (Hch. 2:42, 44; vea también 1 Ti. 6:17-18). Pídale al Señor que lo ayude a demostrar ese mismo espíritu de compartir.
Tomado de Gracia a Vosotros
sábado, 18 de julio de 2009
Oración genuina
Constantes en la oración. (Romanos 12:12)
Para los cristianos consagrados, la oración será tan constante en su vida espiritual como el respirar lo es en su vida física. Eso fue así con los primeros creyentes y cómo adoraron, antes y después de la llegada del Espíritu Santo en el día de Pentecostés (Hechos 1:14; 2:42). Al principio la iglesia designó diáconos para que los apóstoles pudieran dedicarse persistentemente a “la oración y [al] ministerio de la palabra” (Hch. 6:4).
Dios quiere que usted ore “con el espíritu, pero… también con el entendimiento” (1 Co. 14:15) y “sin cesar” (1 Ts. 5:17). Por eso Pablo exhortó a Timoteo a que hiciera que “los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas” (1 Ti. 2:8).
Tomado de Gracia a Vosotros
jueves, 16 de julio de 2009
La actitud entusiasta
Fervientes en espíritu. (Romanos 12:11)
Uno de los defectos más arraigados de la humanidad es la carencia de entusiasmo individual. A menudo nuestros fracasos en lograr lo que debiéramos son resultado directo de la apatía y la falta de compromiso. Pero si usted es cristiano, eso no debe ser así.
El entusiasmo requiere resolución y persistencia respaldadas por el Espíritu, no simples buenas intenciones humanas. Henry Martyn, el incansable misionero de la India, dirigió su ministerio con entusiasmo y fervor bíblicos. Era su deseo “consumirse por Dios”. Y el apóstol Pablo nos exhorta a que “no nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gál. 6:9).
Tomado de Gracia a Vosotros
miércoles, 15 de julio de 2009
No hay lugar para el letargo
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas. (Eclesiastés 9:10)
No hay lugar para el letargo en la vida cristiana. Tal actitud no solo impide que usted haga lo bueno, sino que a veces significa que en realidad ha permitido que prospere el mal. Para que florezca la mala hierba, lo único que tiene que hacer el jardinero es dejar solo el jardín.
El autor de Hebreos se refirió a la recompensa que Dios tiene para quienes le sirven asiduamente: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (He. 6:10).
Tomado de Gracia a Vosotros
martes, 14 de julio de 2009
Muestre diligencia
En lo que requiere diligencia, no perezosos. (Romanos 12:11)
La diligencia se aplica a todo lo que usted hace en su vida cristiana. Cualquier cosa que se haga en el servicio del Señor es digna de entusiasmo y
cuidado.
Jesús sabía que su tiempo de ministerio terrenal era limitado y que tenía que aprovechar cualquier oportunidad para servir a su Padre celestial. También nosotros tenemos que hacer “las obras… entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Jn. 9:4). Y otros cristianos sin duda apreciaran nuestras diligentes buenas obras, como exhortó Pablo: “Hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gá. 6:10).
Tomado de Gracia a Vosotros
lunes, 13 de julio de 2009
Honrarse los unos a los otros
En cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Romanos 12:10
Si usted está consagrado al amor fraternal, es obvio que usted les dará preferencia a los demás creyentes. Eso quiere decir que usted tendrá una genuina humildad y no tendrá “más alto concepto de sí que el que debe tener” (Ro. 12:3; vea también Fil. 2:3). También significa que usted dará honra a sus hermanos en Cristo y tomará la iniciativa de ponerlos en primer lugar.
No halagará a otro creyente simplemente con la esperanza de que lo halague a usted también o para congraciarse con él. Más bien le expresará sincero aprecio, respeto y amor como un hermano en la fe y miembro de la familia de Dios.
Tomado de Gracia a Vosotros
domingo, 12 de julio de 2009
El amor fraternal
Amaos los unos a los otros con amor fraternal. (Romanos 12:10)
El amor fraternal revela el carácter de los cristianos. Por eso Pablo les recuerda a los creyentes que pongan en práctica esa virtud: “Acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros” (1 Ts. 4:9).
El verdadero discípulo de Jesucristo intuitivamente sabe que debe amar a sus hermanos y hermanas en Cristo. Como tienen el mismo Padre celestial, el amor entre los creyentes es tan normal como el afecto entre los miembros de una familia. Si es un verdadero discípulo, tal amor será verdaderamente suyo.
Tomado de Gracia a Vosotros
sábado, 11 de julio de 2009
Aferrándose a lo que es bueno
Seguid lo bueno. (Romanos 12:9)
Como siervo de Jesucristo, Dios quiere que usted se comprometa con todo lo bueno, con todo lo que sea justo y digno. Esa tarea requiere el uso de discernimiento. Con la ayuda de Dios y su Palabra, usted debe evaluarlo todo con cuidado y decidir qué debe rechazar y qué debe seguir (1 Ts. 5:21-22).
A medida que se aparta de las cosas del mundo y que se satura de las Escrituras, lo que es bueno irá sustituyendo lo que es malo. Entonces usted hará realidad el mensaje de Pablo a los creyentes de Roma: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (12:2).
Tomado de Gracia a Vosotros
viernes, 10 de julio de 2009
Eutanasia en los jóvenes
Anoche mi madre y yo estábamos sentados en el salón hablando de las muchas cosas de la vida... entre otras... estábamos hablando del tema del derecho a vivir/morir.
Le dije: 'Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. Prefiero morir.
¡¡Entonces, mi madre se levantó con una cara de admiración...
Y me desenchufó el televisor, el DVD, la computadora, el MP3, el Play Station, la PSP, la Wi Fi, el Wii, el teléfono de la casa, me quitó el celular, el Ipod, el Blackberry y me tiró todos mis aparatos!!¡¡
Mi madre!!...
¡¡¡¡Casi me muero!!!!
Adaptado de verdadyluzhoy.blogspot.com
Negarse a ser seducido
Absteneos de toda especie de mal.
1 Tesalonicenses 5:22
El aborrecimiento del mal lleva a la abstinencia de él. No se puede tener algún interés en el pecado y evitar caer en él. Negándose a ser seducido por la tentación, el justo sabe que “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Sal. 1:2).
No se puede buscar la justicia y al mismo tiempo tolerar el mal. Por eso Pablo dio a Timoteo y a todos los creyentes este mensaje: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Ti. 2:22).
Tomado de Gracia a Vosotros
jueves, 9 de julio de 2009
Los creyentes aborrecen el mal
Aborreced lo malo. (Romanos 12:9)
El mal es la antítesis de la santidad y por tanto la antítesis de la piedad. Así que el hijo de Dios aborrece lo malo porque Dios aborrece el mal (paráfrasis de Pr. 8:13).
Si verdaderamente usted ama a Dios aborrecerá toda forma de maldad. Como amaba tanto a Dios, David resolvió que “corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado” (Sal. 101:4). El fiel cristiano no debe comprometerse con lo malo.
Tomado de Gracia a Vosotros
miércoles, 8 de julio de 2009
El don más importante
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (1 Corintios 13:13)
Si usted es cristiano, el amor es más importante que cualquier don espiritual que tenga. Por lo tanto, no es nada sorprendente que la Biblia diga que el primer “fruto del Espíritu es amor” (Gá. 5:22). Y tiene sentido que por nuestro amor a los demás cristianos “conocerán todos que sois mis discípulos” (Jn. 13:35).
El amor genuino es tan importante para la vida cristiana que, si usted dice que sigue a Jesucristo, debe mostrar tal amor para que sea válida su profesión de fe (1 Jn. 3:14).
Tomado de Gracia a Vosotros
martes, 7 de julio de 2009
La mayor virtud
El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
1 Juan 4:16
La mayor virtud de la vida cristiana es el amor. El Nuevo Testamento proclama el amor ágape como la virtud suprema bajo la cual deben alinearse las demás virtudes. Se concentra en las necesidades y el bienestar de los seres amados y paga el precio necesario para satisfacer esas necesidades y fomentar ese bienestar.
Jesús dijo con toda claridad que los dos más grandes mandamientos de la Biblia son: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt. 22:37–39).
¿Es esa la mayor de todas las virtudes bíblicas en su vida?
Tomado de Gracia a Vosotros
lunes, 6 de julio de 2009
Una vida sobrenatural
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. (Filipenses 2:13)
La vida cristiana obediente y productiva está dirigida y facultada por el Espíritu Santo. Por lo tanto, es una vida sobrenatural. Es algo ajeno al pensamiento del inconverso, y no puede alcanzar semejante vida.
El vivir de modo sobrenatural es conformar la vida externa a la vida interior, y vivir conforme a la nueva naturaleza que se tiene en Jesucristo. Pero no es una vida mística e indefinida basada en conceptos filosóficos abstractos. Es una vida práctica derivada de obediencia consciente a los mandamientos de Dios. Es pensar, hablar y actuar cada día en conformidad con su Palabra y su voluntad.
Tomado de Gracia a Vosotros
La santidad del hombre de Dios
El profeta Isaías vio a Dios sentado en un trono, alto y sublime, y con los ángeles que volaban alrededor, gritándose entre sí:
"Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (Isaías 6:3)
De inmediato, Isaías clamó desesperado, porque reconoció su pecado en la presencia del Dios santo. En presencia de la santidad divina adquirimos conciencia de nuestra propia falta de santidad.
La palabra santidad significa que se es "apartado y separado". Debemos ser separados de todo lo que mancha nuestro mundo y ensucia nuestra vida: libres de todos los pensamientos de pecado, las emociones destructoras, las imágenes impuras, los motivos indeseables y las actividades dudosas.
Nosotros no nos podemos hacer santos a nosotros mismos. Sólo nos podemos volver santos por medio del poder de Cristo y la obra del Espíritu Santo en nuestra vida. A través de una vida pura y limpia, le revelamos a nuestro mundo la realidad del Dios santo en nuestra vida.
Isaías 35:8 proclama que Dios está haciendo una calzada de santidad por la cual no podrán viajar los malvados: "Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará".
Dios quiere que su vida sea esa calzada; el camino por medio del cual otros se sientan atraídos a Cristo; el camino por el cual El podrá traer el avivamiento a nuestra tierra. Por mucho que oremos, nos sacrifiquemos y le supliquemos a Dios, no podrá venir el avivamiento mientras no nos tomemos en serio nuestra santidad.
Un corazón y una mente impuros, que no son capaces de reconocer el pecado, constituyen una barrera para que oremos y busquemos al Señor con eficacia. Si decidimos llenarnos la mente con pornografía, violencia, inmoralidad, odio, promiscuidad y egoísmo, y darle a todo eso el nombre de diversión, Dios no va a escuchar nuestras oraciones.
Nadie puede tener el corazón en un estado y producir fruto en el estado opuesto. El estado de su corazón va a afectar a sus acciones y sus acciones a su vez van a reflejar su corazón.
Tomado de El Hombre que Dios Usa, por Henry y Tom Blackaby.
domingo, 5 de julio de 2009
Una vida responsable
Por tanto procuramos también… serle agradables.
2 Corintios 5:9
Es inconcebible creer que se pueda llevar una vida cristiana fiel y abundante simplemente con buenas intenciones y sentimientos afectuosos. La vida cristiana es una vida responsable, basada en normas y principios específicos. Se fundamenta en los valores y las creencias revelados divinamente que Dios quiere que obedezcamos y sigamos cada uno de nosotros.
Una vez un joven me preguntó: “¿Cómo se puede saber si verdaderamente uno es cristiano? ¿Cómo se puede saber si la decisión de aceptar a Cristo no fue más que una experiencia emotiva?” Le respondí: “La única forma de saber si hemos experimentado la justificación, si estamos en armonía con Él y somos parte de su familia, es observando nuestro corazón y nuestra vida. Si Cristo es nuestro Salvador y Señor, el deseo más profundo de nuestro corazón será servirle y agradarle, y ese deseo se expresará en un anhelo de santidad y una conducta de vida recta”.
Tomado de Gracia a Vosotros
Una paradoja
En 1 Corintios 15:10 aparece una gran paradoja: "Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo". Son el poder y la gracia de Dios que obran dentro de nosotros los que desarrollan plenamente nuestro carácter. Sin embargo, también es una decisión consciente que tomamos de poner nuestra mente, corazón y actos en sintonía con la voluntad de Dios.
Nuestro carácter es una posesión demasiado valiosa, que debemos proteger a toda costa. Nunca lo debemos poner en venta.
Hebreos 4:13 dice: "Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta". Dios lo conoce a usted por dentro y por fuera. Conoce sus pensamientos y sentimientos secretos, sus sueños y aspiraciones. Conoce a qué le es leal y dónde es que sus debilidades le hacen tropezar. Lo observa mientras se relaciona con su pueblo y reacciona ante las circunstancias. Lo mira para ver si es digno de confianza y fiel. Es mucho lo que El puede hacer por medio de usted si su carácter es el correcto.
Si usted es un hombre de poca integridad, o de carácter dudoso, no espere que Dios se le revele demasiado, o que lo use de manera significativa en su Reino. Si es un hombre de gran carácter e integridad, sin duda ya habrá experimentado la actividad de Dios en su vida, y le sirve.
Dios es un Dios poderoso que nos escucha y nos salva. Pero nuestros pecados nos separan de El y, como consecuencia, nuestra relación con El no es lo que debería ser. Todos los pecados nos separan de Dios por igual: tanto los pecados que consisten en hacer algo malo, como los que consisten en no hacer algo bueno. La inacción y las palabras pueden ser tan destructoras como la acción y la violencia física.
Piense en los pecados que se describen en Isaías 59:4: "No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades y dan a luz iniquidad".
Cuando la verdad cae víctima de la conservación de nuestra propia seguridad y comodidad, o cuando las justificaciones toman el lugar de los hechos, nos encontramos envueltos en el pecado.
Tomado de El Hombre que Dios Usa, por Henry y Tom Blackaby.
sábado, 4 de julio de 2009
Varonilmente con las esposas
No olvides que este lunes será la reunión de todos los casados que fueron a VARONILMENTE pero esta vez será con sus esposas. Será a las 8:00PM en el local de La IBI y esperamos que nuevamente Dios haga grandes cosas allí.
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Ser autodisciplinado
Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Colosenses 1:29
Como cristiano, aprenda a cultivar la autodisciplina. He aquí algunas maneras prácticas de alcanzar ese objetiv
Comience por lo más sencillo. En su hogar, por ejemplo, comience por el gobierno de la casa en el dormitorio principal. Cuando se establezca esa disciplina, extiéndala al resto del hogar.
Sea puntual. Haga un hábito el estar a tiempo.
Resuelva primero las tareas difíciles. Si hace primero los trabajos más difíciles, no quedarán a medias.
Sea organizado. En vez de reaccionar ante las circunstancias, tenga un plan para el día y para la semana.
Agradezca la crítica. No esquive la crítica constructiva; acéptela como un medio de autosuperación.
Practique el renunciar. Esto puede comenzar de una manera sencilla: sustituya las comidas rápidas dañinas con una merienda saludable. La disciplina en el ámbito de lo físico se traslada al reino de lo espiritual.
Acepte responsabilidades. Recibir con beneplácito una nueva oportunidad lo obliga a ser organizado.
Estas cosas pudieran parecer insignificantes, pero pueden ser una buena práctica para llegar a ser un mejor siervo de Cristo.
Tomado de Gracia a Vosotros
viernes, 3 de julio de 2009
¿Por qué ser autodisciplinado?
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado.
2 Timoteo 2:15
Respecto al vivir disciplinado, Richard Shelley Taylor escribe: “El carácter disciplinado pertenece a la persona que logra un equilibrio al poner bajo control todas sus facultades y todos sus poderes... Con resolución afronta su deber. La domina un sentido de responsabilidad. Tiene recursos interiores y reservas personales que son la admiración de las almas más débiles. Hace que la adversidad la ayude”.
El Señor usa solamente la mente disciplinada que piensa con claridad, entiende su Palabra y presenta con eficiencia su verdad al mundo. Solo la mente disciplinada distingue siempre la verdad del error. Y solo el cristiano disciplinado es un buen testimonio, dentro de la iglesia y delante del mundo.
Dicho de una manera sencilla, la autodisciplina es la obediencia a la Palabra de Dios y la disposición a someter cualquier cosa en la vida a su voluntad, para su excelsa gloria.
Tomado de Gracia a Vosotros
jueves, 2 de julio de 2009
El valor de la autodisciplina
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura.
1 Corintios 9:26
La cultura actual está obsesionada con la diversión, los deportes, el materialismo y el placer emocional. En realidad, esas preocupaciones excesivas se han convertido en las características de nuestra superficial, amoral y a veces inmoral sociedad.
Hace un siglo el Presidente Teodoro Roosevelt predijo esos resultados cuando dijo que la prosperidad a cualquier precio, la paz a cualquier precio, la seguridad antes que el deber, el amor a la vida cómoda y la teoría de la vida de hacerse rico destruirían con el tiempo a los Estados Unidos de América.
Un antídoto seguro para semejante manera de vivir es la autodisciplina que se muestra en la vida cristiana genuina. Su dirección y poder espiritual vienen del Señor, pero necesita la autodisciplina si Él va a obrar con eficiencia por medio de usted.
Pablo le escribió a Timote “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” (1 Ti. 4:8). Pídale a Dios que haga eso una realidad en su vida.
Tomado de Gracia a Vosotros
miércoles, 1 de julio de 2009
¡Despierte!
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. (Efesios 5:14)
El versículo de hoy cita lo que el profeta Isaías dijo en Isaías 60:1: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Ese versículo era la esperanza del Mesías, y la interpretación de Pablo es una reflexión de lo que Cristo ha hecho.
Muchos comentaristas bíblicos creen que Efesios 5:14 es un verso de un himno de resurrección cantado por la iglesia primitiva. Lo ven como una invitación; una presentación del evangelio. El pecador es el que duerme, y la invitación es a que despierte y resucite. El Salvador es Cristo, que alumbrará la vida.
Al igual que Rip Van Winkle, los hombres y las mujeres están durmiendo a través del tiempo; un tiempo de gracia. Cuando despierten, será demasiado tarde. Por eso Pablo los exhorta, como debemos exhortarlos nosotros, a que despierten y se levanten de los muertos.
Tomado de Gracia a Vosotros
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